
Si estás pensando en levantar capital, necesitas algo más que una buena idea. Los inversores buscan orden financiero, proyecciones claras y un modelo de negocio que pueda crecer de manera sostenible. Mi recomendación es que empieces revisando tres puntos clave: tu contabilidad, tu cashflow y tu plan de crecimiento.
En primer lugar, asegúrate de que tu contabilidad está limpia y clara. Cualquier desajuste genera dudas. Después, prepara un cashflow proyectado que muestre cómo vas a gestionar el dinero que entre. Por último, define un plan de crecimiento realista: cuánto necesitas, para qué lo vas a usar y cómo esperas que impacte en tu negocio.
Si llegas a la ronda con estas tres piezas en orden, tendrás más opciones de captar inversión y demostrarás que tu startup está lista para crecer.